Mi Recurso Adventista

¿Te gustan los huevos?

18 de enero | Devoción matutina: Un planeta maravilloso

«¿Quién de ustedes está dispuesto hoy a dedicarse al Señor?» 1 Crónicas 29: 5, PDT

Había una vez una gallina que vivía en una granja de Francia. Su vida era la de una gallina normal: buscaba insectos en la tierra, cacareaba, se acicalaba las plumas… las actividades normales de una gallina. Todos los días, cuando ponía un huevo, daba un pequeño graznido para anunciarlo.

Como otras gallinas, siempre escondía sus huevos en lugares nuevos, nunca en el mismo sitio dos días seguidos. Las gallinas son así de astutas. No quieren que nadie venga y se lleve sus huevos.

Lamentablemente, en esa época se libraba una guerra en Francia. De hecho, había una batalla justo al lado de la granja donde vivía la gallina. Durante esta batalla le dispararon a un soldado llamado Antonio. Este cayó al suelo, herido y asustado.

Nadie pudo llegar hasta él para ayudarlo, así que permaneció allí tumbado toda la noche. Perdió mucha sangre y se debilitó tanto que no podía darle la vuelta a su pesada mochila para sacar la comida que llevaba en ella. Por la mañana, Antonio oyó a las ambulancias que venían a recoger a los heridos, pero no vinieron por él. No lo vieron y estaba demasiado cansado para gritar.

Al poco rato, llegó nuestra gallina. Iba de un lado a otro, cacareando en voz baja para sí misma, buscando un buen sitio para poner un huevo. Entonces, se detuvo justo al lado de la mano de Antonio, soltó el acostumbrado graznido y puso un gran huevo marrón. Antonio tuvo solo la fuerza suficiente para tomar el huevo, romper un agujero en la cáscara y beberse el contenido.

¿Pero sabes algo? La gallina volvió durante cuatro días más, y cada día ponía un huevo justo al lado de la mano de Antonio. Sus huevos lo mantuvieron con vida hasta que por fin lo encontraron y lo llevaron al hospital.

Dios utilizó a esa gallinita para ayudar a alguien que no podía ayudarse a sí mismo. Ahora bien, nadie espera que tú pongas un huevo, pero seguro que Dios tiene algo importante en mente que puedes hacer. ¿Dejarás que Dios te utilice hoy? Piénsalo y busca formas de ayudar a los demás.

Julie.


Devoción Matutina: Un planeta maravilloso
Vicki Redden, Dee Litten Redd y Joelle Reed Yomada