Mi Recurso Adventista

Santo en el lugar de pecador

30 de enero | Devoción Matutina: Decídete Hoy: Descubre el propósito de Dios para tu vida

«Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia.» (Efesios 1: 4)

En un pueblo rural, dos hermanos fueron sorprendidos robando ovejas. En aquella época tal robo era un crimen que se castigaba con la muerte. Pero en el caso de estos hombres, la indulgencia del juez hizo que no se ejecutara la sentencia.

Sin embargo, el tribunal exigió que los marcara en la frente con las letras S T (iniciales de sheep thief, que significa «ladrón de ovejas» ). Uno de los hermanos abandonó el pueblo, porque no podía soportar la vergüenza. Temía que dondequiera que fuera le preguntaran por el significado de la marca. Así que vagó, esquivando a la gente y consumiéndose de amargura. Fue despreciado hasta el día de su muerte y lo sepultaron en un lugar desconocido.

El otro hermano admitió su falta, pero decidió sobreponerse. No cedió a [a tentación de huir, sino que permaneció en su pueblo y demostró que era posible, con la ayuda de Dios, superar los errores del pasado. Trabajó durante toda su vida y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Con el tiempo, surgió una nueva generación en el pueblo. Ahora el hombre, ya anciano, gozaba del respeto de los jóvenes, a quienes trataba de ayudar.

Cierto día llegó al lugar un extraño. Al ver las letras en la frente del anciano, preguntó a uno de los muchachos qué significaban. La respuesta fue: «Sucedió hace mucho tiempo. En realidad, no conozco el motivo, pero conozco el carácter del hombre. Creo que las letras S T deben significar «santo»» .

Y tú, ¿todavía cargas con los errores del pasado o los has superado en el nombre de Jesús? «¡Vengan y aclaremos las cuentas! —dice el Señor—, por profunda que sea la mancha de sus pecados, yo puedo quitarla y dejarlos tan limpios como la nieve recién caída.

¡Aunque sus manchas sean rojas como el carmesí, yo puedo volverlas blancas como la lana!» (Isaías 1: 18, N BV). Dios te ofrece la oportunidad de cambiar tus debilidades en fortalezas y tu impureza en santidad. Olvida los pecados que han «marcado» tu pasado y permite que la gracia de Cristo transforme hoy tu vida.


Devoción Matutina: Decídete Hoy: Descubre el propósito de Dios para tu vida
Sergio V. Collins