Mi Recurso Adventista

¡Santa paciencia!

05 de noviembre | Devoción Matutina: Quiero conocerte

«El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás, y le dijo: “Anda; vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir´” (Jonás 3: 1, 2).

Dios fue claro con Jonás: «Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia que voy a destruirla, porque hasta mí ha llegado la noticia de su maldad» (Jonás 1:2). La orden era ir rápido y predicar. Pero, en lugar de obedecer, ¿qué hizo Jonás? ¡Huyó! La Biblia dice que abordó un barco que se dirigía en dirección opuesta a Nínive. Jonás claramente estaba desobedeciendo a Dios.

Como seres humanos, tal vez podamos incluso entender la actitud de Jonás. ¿Eran malvados los ninivitas? Sí. ¿Eran crueles con sus enemigos? Demasiado. ¿Quería Jonás que se arrepintieran y fueran salvos?
No. Para el profeta, no merecían la salvación. Entonces, Jonás dijo «no» a Dios y corrió en dirección opuesta.

Dios podría haber renunciado a él y pasar la misión a alguien más valiente y obediente. Pero Dios no se da por vencido con las personas. Mientras Jonás estaba en el barco, el Señor envió una tormenta. Jonás fue arrojado al mar, y entonces se pasó la terrible tormenta, un gran pez se tragó al profeta que huía. Desde adentro del pez oró, y Dios escuchó su oración. EI pez lo escupió en la orilla. Y, una vez más, Dios le ordenó que fuera a predicar a Nínive. Esta vez, incluso en contra de su voluntad, Jonás obedeció.

Dios es paciente contigo también. Cuando dices «no» a Dios, las consecuencias pueden no llegar de inmediato, porque él es «bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor»(Jonás 4:2, NVI). A veces, envía una dificultad para llamar tu atención. Dios quiere que seas más como él, y espera pacientemente que lo hagas.

¿Estás diciendo «si” o «no» a Dios? Sé obediente en todo lo que Dios manda, y entonces serás una bendición dondequiera que vayas.


Devoción Matutina: Quiero conocerte
Anne Lizie Hirle, Ariane M. Oliveira y Sueli F. De Oliveira