Mi Recurso Adventista

Los términos de nuestra salvación

15 de septiembre | Devoción Matutina: A Fin de Conocerle

Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Salmos 103:13.

Los discípulos de Cristo, que lo acompañaron diariamente, no comprendieron su misión. Lo amaban como a su gran Maestro, pero sus mentes estaban anubladas de modo que no siempre discernían su carácter divino. No conocían sus recursos ilimitados y su poder. Aunque habían presenciado sus milagros, no discernieron su relación con el Padre. Justamente antes de su muerte, les dijo: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre”. Con palabras sencillas, Jesús les explicó que el secreto de su éxito estaría en pedirle fortaleza y gracia al Padre en su nombre. Él estaría ante la presencia del Padre para solicitar en su nombre… {AFC 262.3}

Necesitamos conocer mejor los términos de los cuales depende nuestra salvación, y comprender mejor la relación que Cristo tiene con nosotros y con el Padre. Él ha prometido honrar el nombre de su Hijo cuando lo pronunciemos ante el trono de la gracia. Deberíamos considerar el gran sacrificio que se realizó por nosotros para conseguirnos el manto de la justicia, tejido en el telar del cielo. Nos ha invitado a la fiesta de boda, y ha provisto un traje para cada uno. El ropaje de la justicia ha sido comprado a un costo infinito; y cuán atrevido es el insulto que asciende al cielo cuando alguien se presenta a sí mismo como candidato a la fiesta de boda llevando su traje de justicia propia. ¡Cómo deshonra a Dios, mostrando abiertamente su desprecio por el sacrificio realizado en el Calvario!… {AFC 262.4}

Nadie probará la cena de las bodas del Cordero, si no tiene el traje de boda. Pero Juan escribió: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. Apocalipsis 3:5.—The Youth’s Instructor, 30 de enero de 1896. {AFC 263.1}


Devoción Matutina: A Fin de Conocerle 
Ellen G. White