Mi Recurso Adventista

Labios perdonados

Versículo: «Aléjame del camino de la mentira y favoréceme con tu enseñanza.» Salmos 119: 29

ISAAC Y REBECA TENÍAN DOS HIJOS: Esaú y Jacob. Un día, Jacob engañó a su padre ciego, pues era un hombre de edad avanzada. Él deseaba tener bendición que le correspondía a su hermano Esaú, por ser mayor.

Con astucia, se acercó con un guiso a su padre. Cuando el anciano preguntó ¿quién eres, hijo mío?, él mintió, haciéndose pasar por su hermano Esaú, recibiendo así la bendición que no le correspondía.

Pronto su hermano se enteró del engaño y se enojó mucho. Jacob, pensando que su hermano lo dañaría, huyó lejos de su hogar.

Su mentira trajo consecuencias tristes para él y su familia, pues nunca más volvió a ver a sus padres. Sin embargo, Jacob se arrepintió y Dios lo perdonó, lo cuidó y protegió, pues tenía grandes planes con él.

Actividad: Si has mentido a papi o mami, solicita perdón y dales un beso como muestra de amor.

Oración: Querido Padre, perdóname si he utilizado mis labios para mentir.


Devoción Matutina: Conozco y cuido mi cuerpo
Victoria Balboa Cano