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La vindicación del Rey

10 de noviembre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Llenaré de espíritu de bondad y oración a los descendientes de David y a los habitantes de Jerusalén. Entonces mirarán al que traspasaron, y harán duelo y llorarán por él como por la muerte del hijo único o del hijo mayor» (Zacarías 12: 10).

¿Te gustaría saber qué pasará cuando aquellos que traspasaron, es decir, que crucificaron a Jesús lo vean venir por segunda vez en las nubes de los cielos?

Zacarías predijo que los que no aceptaron a Jesús como el Mesías cuando vino por primera vez y participaron de su muerte, resucitarán y, al verlo venir por segunda vez, se lamentarán y llorarán, pero ese día será demasiado tarde. ¿Quiénes fueron los que traspasaron a Jesús? Todos los que participaron en su triste y humillante crucifixión. Ciertamente, los soldados estaban cumpliendo con su trabajo; pero, en su caso, Jesús oró por ellos y, al momento, su oración alcanzó a uno que sí lo aceptó como el Hijo de Dios (lee Marcos 15:39). De modo que Dios siempre concede oportunidades para reconocerlo como nuestro Salvador. Sin embargo, las autoridades judías nunca lo reconocieron, a pesar de las evidencias de su resurrección.

El apóstol Juan también mencionó el pasaje de Zacarías: «¡Cristo viene en las nubes! Todos lo verán, incluso los que lo traspasaron» (Apocalipsis 1: 7). Así es como se cumplirán las palabras de Jesucristo dirigidas al sumo sacerdote Caifás cuando este le preguntó si era el Hijo de Dios. Entonces él afirmó: «Tú lo has dicho. Y yo les digo también que ustedes van a ver al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo» (Mateo 26: 64).

Pero no solo los que participaron en la crucifixión de Jesús se lamentarán y llorarán cuando Jesús venga, sino también todos los que lo hayan rechazado y no hayan creído en él. No obstante, los que lo hayan aceptado y hayan creído en él exclamarán ese día: «Este es nuestro Dios, en él confiamos y él nos salvó. Alegrémonos, gocémonos, él nos ha salvado» (Isaías 25: 9).

¿En qué grupo quieres estar tú?


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo