Mi Recurso Adventista

La religión de las cosas pequeñas

15 de noviembre | Devoción Matutina: A Fin de Conocerle

Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:23.

Cristo dijo: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel”. Lucas 16:10. Algunos piensan que no es necesario ser muy exactos en las cosas pequeñas; pero esto constituye un engaño de Satanás. {AFC 323.4}

El egoísmo está en la raíz de toda deslealtad e infidelidad… Muchos jóvenes que profesan creer la verdad manifiestan vanidad, orgullo, libertinaje y descuido, que los están haciendo imprudentes y los descalifican para una vida noble y elevada aquí y para la vida futura… No todos aprovechan cuidadosamente el tiempo por el que se les paga. Los que desperdician su tiempo o fallan en darle el mejor empleo, están robando a Dios. Algunos… tienen una opinión muy favorable de los que son descuidados con el tiempo y el dinero, pero Dios considera estas cosas en su verdadero carácter: como fraudes que exigirá satisfacer. {AFC 323.5}

Hay que emplear el tiempo, los talentos y las habilidades y hacerlos producir lo más posible… Que cada uno sea fiel a los principios, como si el ojo del Infinito lo observara… {AFC 324.1}

Cristo le dio al ser humano un ejemplo perfecto; pero los que se guían por lo que llaman un plan liberal, y son descuidados en las cosas pequeñas, pronto manifestarán una amplia desviación del ejemplo de Cristo, el único Modelo verdadero. Jóvenes y señoritas, ¿estudiaréis más detenida y minuciosamente la vida de Cristo con oración, y la convertiréis en vuestra norma?—Manuscrito 6, 1878. {AFC 324.2}

La religión práctica debe llevarse a los deberes comunes de la vida diaria. Y en el cumplimiento de esos deberes, estáis formando caracteres que soportarán la prueba del juicio. Entonces, en cualquier posición que se os coloque, cualesquiera que sean vuestros deberes, realizadlos noble y fielmente.—The Youth’s Instructor, 28 de enero de 1897. {AFC 324.3}


Devoción Matutina: A Fin de Conocerle 
Ellen G. White