Mi Recurso Adventista

La glotonería

13 de junio | Devoción matutina: Un rayito de luz para cada día

«Aunque tengas mucha hambre, controla tu apetito». Proverbios 23:2

Se podrían decir muchas cosas del tiburón, pero ¿qué es lo primero que se te viene a la mente? Por las películas de documentales, quizá lleques a la conclusión de que los tiburones son criaturas con gran pasión por comerse todo lo que encuentren.

El tiburón puede llegar a medir quince metros, es muy rápido, tiene un increíble olfato, tiene una vista aguda que le permite ver de noche, su boca llena puede llegar a medir hasta dos metros, pero su dieta es a base de animales marinos, no de seres humanos.

El ser humano no es parte de su alimentación, porque el ser humano no es un ser acuático que Dios le dio para comer. Sin embargo, su naturaleza depredadora y agresiva los vuelve peligrosos para el ser humano. Cuando los tiburones atacan a los humanos, se dan cuenta de que no es su alimento habitual y los dejan libres. Aunque en la mayoría de los casos provocan heridas mortales, no se los comen.

El tiburón es un ejemplo de que la gula (el apetito excesivo de comer y beber) no debe ser una opción de vida. Existen personas que no solo comen, sino tragan todo lo que encuentran; pero a diferencia de los tiburones ¡estos si se comen todo! Son insaciables, no tienen medida, comen todo el día, pican por aquí, pican por allá, sin horarios, sin control. ¿Conoces a alguien así? El versículo de hoy es muy claro: si tienes un gran apetito debes controlarlo. Lo que quiere decir el versículo es que debes ser temperante. En otras palabras, ejercer el autocontrol.

Así como el tiburón no come personas, tú no debes comer lo que tu cuerpo no necesita. Además, tus comidas deben ser a horas regulares y no debes comer nada más hasta la siguiente comida. La próxima vez que intentes dale una mordida más a cualquier cosa por glotonería, recuerda que la naturaleza tiene lecciones que son dignas de ser imitadas.

Si logras controlar tu apetito, también tendrás éxito en todas las dimensiones y deberes de tu vida, porque una persona inteligente y fuerte es una persona que puede, con la ayuda de Dios, dominarsé a sí misma.

Magaly


Devoción Matutina: Un rayito de luz para cada día
Magaly Tuesta Viveros de Alaña