Mi Recurso Adventista

La constancia

15 de septiembre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Esta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo» (Jeremías 31: 33)

Como ya sabemos, Dios quiere darnos un corazón nuevo y limpio. Pero ¿qué significa tener un «corazón nuevo»? Implica pensar como Dios piensa, ver y entender lo que nos rodea desde la perspectiva divina. También significa vivir como Jesús vivió en esta tierra. Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario renovar ese pacto o alianza con Dios cada día. ¿Cómo? Reconociendo que Dios es nuestro Padre celestial y que nosotros somos sus hijos. El resultado de depender de Jesús cada día será un cambio de corazón, una nueva mente.

Pero bastará solo un día sin vivir con él para que afloren nuestras inclinaciones al mal, que nos llevan a tropezar. Jesús lo expresó así: «Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada» (Juan 15: 5). Con Jesús todo es posible, pero sin él todo lo que deberíamos ser nos resulta imposible.

Así que depender de Dios de forma constante resulta ser el elemento clave. Jeremías ilustra este ideal mediante la naturaleza: «¿Desaparece alguna vez la nieve de las altas rocas del Líbano? ¿Se secarán acaso las frescas aguas que bajan de las montañas?» (Jeremías 18:14). El profeta menciona una cadena de montañas caracterizada porque la nieve cubre la cima de los picos más altos la mayor parte del año, además de ser un espectáculo natural, nos muestra qué es la constancia. Por último, así como dice el versículo, cuando se derrite la nieve, «las frescas aguas […] bajan de las montañas».

Más allá de la belleza natural, la intención del profeta es enseñarnos la constancia de ese ciclo particular de la naturaleza: no falta la nieve ni el agua fría. Así como la naturaleza es constante, nosotros debemos ser constantes en buscar a Dios cada día. Puede faltarnos todo, menos la presencia de Dios.


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo