Mi Recurso Adventista

Joyas de la naturaleza

07 de febrero | Devoción matutina: Un planeta maravilloso

«No juzguen ustedes por las apariencias. Cuando juzguen, háganlo con rectitud.» Juan 7: 24

Has geodas, también conocidas como «huevos de trueno», parecen simples rocas redondas por fuera, pero cuando las abres, te das cuenta de que están huecas y recubiertas por dentro de hermosos cristales brillantes de colores.

¡Las geodas son muy interesantes! Comienzan su vida como una burbuja en los minerales que forman la roca. En la roca sedimentaria, por ejemplo, que suele depositarse en capas de lodo en el fondo del mar, la burbuja podría ser una burbuja de agua. Cuando el lodo que rodea la burbuja se convierte en roca, los minerales del agua se transforman en cristales en las paredes interiores de la burbuja.

Cuando el resto de la roca se desgasta, queda la antigua burbuja, o geoda. Si alguna vez levantas una roca lisa y redonda que no parezca tan pesada como debería, pídeles a tus padres o a otro adulto que te ayuden a abrirla. Puede que hayas encontrado una geoda. Si es así, llévatela a casa para exponerla en tu habitación o llévala al colegio para enseñársela a tu maestro y a los demás alumnos.

Las geodas se parecen a las personas, tanto a los niños como a los adultos. Algunas de las personas que conocemos se ven bastante sencillas y poco importantes, pero Dios las hizo a cada una especiales en su interior. Observa más de cerca. Intenta ver a los demás como lo hace Dios, fijándote en quiénes son y no solo en su aspecto exterior. Puede que tengan un pasatiempo muy interesante, que sean grandes jugadores de béisbol, o que se sepan historias maravillosas… ¡Cuando conoces el interior de la gente, muchas veces encuentras auténticas joyas!

Vicki.


Devoción Matutina: Un planeta maravilloso
Vicki Redden, Dee Litten Redd y Joelle Reed Yomada