Mi Recurso Adventista

Huevos contaminados

26 de enero | Devoción matutina: Un planeta maravilloso

«Hagamos al hombre a nuestra imagen. Él tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo.» Génesis 1: 26

Génesis 2 nos cuenta que Adán les puso nombres a todos los animales. ¡Eso tuvo que haber sido muy divertido! Pero Dios también les encargó a Adán y Eva, así como a ti y a mí, otra tarea: la de ayudar a cuidar de sus criaturas. ¿Estás pendiente de que tus mascotas tengan agua limpia para beber? ¿Tienen un lugar donde resguardarse del frío?

A veces, los animales sufren daños que no esperamos. El águila calva estuvo a punto de extinguirse en Estados Unidos en 1977, principalmente a causa de las sustancias químicas que había en sus alimentos. Una de estas sustancias químicas, el DDT, hacía que los huevos de las águilas se desmenuzaran antes de que las crías pudieran salir del cascarón.

Las personas que estudian la relación entre los animales y el entorno en que viven se esforzaron por descubrir cómo mantener vivas a las águilas y de que nacieran más crías. Una forma fue eliminar algunas de las sustancias químicas dañinas en un nuevo programa de anidación.

El Programa de Recuperación del Águila Calva del Estado de Nueva York, en Estados Unidos, experimentó con una pareja de águilas calvas que anidaban en el lago Hemlock. Dos hombres treparon a lo alto del roble donde se encontraba el nido de palos de 2 x 3 metros de la pareja y sustituyeron el enorme huevo de águila contaminado por huevos de halcón. Las águilas no se dejaron engañar y abandonaron el nido. Al año siguiente, la hembra puso otro huevo contaminado. Esta vez, los hombres dejaron un polluelo de águila de 2 semanas y medio y, cuando la pareja regresó, lo encontraron mirándolos, implorando que le dieran de comer.

Eso funcionó. La hambrienta cría inspiró a la mamá y al papá águila a morder trozos de pescado que habían guardado y metérselo en la boca abierta. Resultaron ser buenos padres y el polluelo creció hasta la edad adulta. Desde entonces, con más programas como este, la población de águilas ha proliferado.

Parte de nuestro trabajo aquí en la tierra es mejorar las condiciones de nuestro planeta. Ya eres lo suficientemente mayor para ayudar a cuidar nuestro medioambiente.


Devoción Matutina: Un planeta maravilloso
Vicki Redden, Dee Litten Redd y Joelle Reed Yomada