Mi Recurso Adventista

Hay una razón

08 de febrero | Devoción Matutina: Conflicto y Valor

Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Pedro 1:7. {CV 45.1}

Abrahán continuó su viaje hacia el sur; y otra vez fue probada su fe. El cielo retuvo la lluvia, los arroyos cesaron de correr por los valles, y se marchitó la hierba de las llanuras. Los ganados no encontraban pastos, y el hambre amenazaba a todo el campamento… ¿No miraría hacia atrás anhelando la abundancia de las llanuras caldeas? Todos observaban ansiosamente para ver qué haría Abrahán, a medida que una dificultad sucedía a la otra. Al ver su confianza inquebrantable, comprendían que había esperanza… {CV 45.2}

Abrahán no podía explicar la dirección de la Providencia; sus esperanzas no se habían cumplido; pero mantuvo su confianza en la promesa: “Y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”. Génesis 12:2. Con oraciones fervientes consideró la manera de preservar la vida de su pueblo y de su ganado, pero no permitió que las circunstancias perturbaran su fe en la palabra de Dios. Para escapar del hambre fue a Egipto. No abandonó a Canaán, ni tampoco en su extrema necesidad se volvió a la tierra de Caldea de la cual había venido, donde no había escasez de pan; sino que buscó refugio temporal tan cerca como fuese posible de la tierra prometida, con la intención de regresar pronto al sitio donde Dios le había puesto. {CV 45.3}

En su providencia, el Señor proporcionó esta prueba a Abrahán para enseñarle lecciones de sumisión, paciencia y fe… {CV 45.4}

Dios permite que las pruebas asedien a los suyos, para que mediante su constancia y obediencia puedan enriquecerse espiritualmente, y para que su ejemplo sea una fuente de poder para otros. “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal”. Jeremías 29:11. Los mismos sufrimientos que prueban más severamente nuestra fe, y que nos hacen pensar que Dios nos ha olvidado, sirven para llevarnos más cerca de Cristo, para que echemos todas nuestras cargas a sus pies, y para que sintamos la paz que nos ha de dar en cambio. Historia de los Patriarcas y Profetas, 121, 122.* {CV 45.5}


Devoción Matutina: Conflicto y Valor
Ellen G. White