Mi Recurso Adventista

Hambre de la Palabra de Dios

09 de octubre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Vienen días —afirma el Señor— en los cuales mandaré hambre a la tierra; no hambre de pan, ni sed de agua, sino hambre de oír la palabra del Señor» (Amós 8:11).

Cincuenta días después de la fiesta de la Pascua, los judíos celebraban la fiesta del Pentecostés, también conocida como la fiesta de la Cosecha. Era un día de gozo, pues celebraban a Dios como sustentador; en cada hogar había mucha comida. Sin embargo, Dios le preguntó al profeta: «»¿Qué ves, Amós?». «Una cesta de fruta madura», respondí. Y me dijo el Señor: «Ya Israel está maduro; no le voy a perdonar ni una vez más»» (Amós 8: 2).

En esta ilustración, la cesta con fruta de verano implicaba fruta madura, recién cosechada, pero en esta ocasión comerla significaba que Dios iba a permitir la invasión, la destrucción de las ciudades y el cautiverio de muchos debido a la idolatría. En ese momento de crisis muchos se iban a lamentar del tiempo perdido, iban a añorar la oportunidad de escuchar algún mensaje de los profetas, de estudiar la Palabra de Dios o poder adorar al Señor. Como señala el versículo de hoy, muchos iban a estar dispuestos a correr de un lado a otro, a viajar largas distancias con tal de encontrar la Palabra de Dios, pero sin éxito.

El profeta Isaías también anticipa un tiempo en que ya nadie podrá encontrar a Dios, aunque lo busque intensamente. Es decir, ahora tienes el privilegio de poder estudiar su Palabra en libertad, razonarla y aplicarla a tu vida, puedes saber cuál es su voluntad y los planes de Dios para el desenlace de la historia en este mundo. Lo que Isaías dijo es lo siguiente: «Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo, llámenlo mientras está cerca» (Isaías 55: 6). Sus palabras anticipan un momento en la historia del mundo cuando no habrá acceso a la Biblia; esto ocurrirá al acercarse el día de su segunda venida. Entonces apreciaremos haberla leído, y haber memorizado sus pasajes. Sus promesas nos sostendrán ante cualquier problema y estaremos fortalecidos para esperar a Jesús.

Así que aprovecha el tiempo de oportunidad que hoy tienes de leer tu Biblia, pues no durará por siempre.


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo