Mi Recurso Adventista

El juego de la vida

22 de octubre | Devoción Matutina: A Fin de Conocerle

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 1 Corintios 16:13.

La obediencia a la verdad de Dios, el vivir siguiendo cada palabra de Dios, bastan para hacernos resistir en estos tiempos malos. Satanás está jugando el juego de la vida por el alma… {AFC 299.4}

Hay oportunidades y ventajas que están al alcance de todos para fortalecer las facultades morales y espirituales. La mente puede expandirse y ennoblecerse, y debería hacérsela espaciar en las cosas celestiales… A menos que se oriente en dirección al cielo se convertirá en fácil presa de las tentaciones de Satanás a iniciar proyectos y empresas mundanos que no tienen ninguna relación especial con Dios. Se empeñan en esta obra celo, devoción, energía incansable y deseo febril, y el diablo está cerca y se ríe al ver los esfuerzos humanos que luchan con tanta perseverancia por un objeto que nunca conseguirán, que elude su mano… Esquemas y proyectos inventados por Satanás entrampan las almas, y pobres y engañados seres humanos van directamente a su ruina con los ojos vendados… {AFC 299.5}

Hay una salvaguardia contra los engaños y las trampas de Satanás, y es la verdad como está en Jesús. La verdad plantada en el corazón, alimentada por la vigilancia y la oración, nutrida por la gracia de Cristo, nos proporcionará discernimiento. La verdad debe morar en el corazón, y su poder debe experimentarse a pesar de todos los encantamientos engañosos de Satanás, y vuestra experiencia y la mía debe ser que la verdad pueda purificar, guiar y bendecir al alma… {AFC 300.1}

El enemigo está tras la huella de cada uno de nosotros, y si queremos resistir las tentaciones que nos asaltan desde adentro y desde afuera, debemos asegurarnos de que estamos del lado del Señor, que su verdad está en nuestros corazones, que vela sobre nuestras almas, lista para hacer sonar la alarma y hacernos actuar contra cualquier enemigo.—Carta 17, 1886. {AFC 300.2}


Devoción Matutina: A Fin de Conocerle 
Ellen G. White