Mi Recurso Adventista

El cinto

16 de septiembre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Así como uno se aprieta el cinturón alrededor de la cintura, así tuve a todo el pueblo de Israel y a todo el pueblo de Judá muy unidos a mí, para que fueran mi pueblo y dieran a conocer mi nombre, y fueran mi honor y mi gloria. Pero no me obedecieron. Yo, el Señor, lo afirmo» (Jeremías 13:11).

Para reforzar sus mensajes, el profeta Jeremías no se limitaba a las palabras, sino que representaba lo que Dios le transmitía. El ideal divino para Israel era que fuera como un cinto. Un cinto se caracteriza porque se ciñe al cuerpo de la persona, pero el pueblo no cumplió con esa característica de unirse al Señor.

¡Qué bueno es pensar que Dios nos quiere llevar tan unidos a él como un cinto! En la primera visión que tuvo Juan en el libro de Apocalipsis, se presenta a Jesús caminando entre candelabros (cada uno representa una iglesia) y lo vemos vestido así: «En medio de los siete candelabros vi a alguien que parecía ser un Hijo de hombre, vestido con una ropa que le llegaba hasta los pies y con un cinturón de oro a la altura del pecho» (Apocalipsis 1:13). Nosotros somos el cinto, no cualquiera, sino uno de oro. Somos un tesoro muy especial para él. Así nos considera el Señor.

Dios le indicó al profeta que colocara el cinto en la grieta de una roca con el propósito de que se echara a perder. Ese cinto era un ejemplo de la condición del pueblo. Esa imagen trasmitió mejor el mensaje que cualquier discurso. Lo más decepcionante para el Señor es que cuando Judá pasó por dificultades, no se ciñeron a él en busca de ayuda, sino que recurrieron a las naciones vecinas, como Egipto y Asiría, además de acudir a sus dioses falsos. Así que, además de buscar solo la ayuda humana, aprendían de su idolatría y la imitaban. Cada día se apartaban más de Dios.

Recuerda que confiar en las teorías humanas de cualquier ámbito en lugar de confiar en la Palabra de Dios, solo te apartará del Señor. Lo más sensato es vivir tan cerca de él como el cinturón se ciñe a la cintura. ¿Qué vas a hacer hoy para acercarte a Jesús?


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo