Mi Recurso Adventista

El Ángel luchador

19 de febrero | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Cuando Jacob se quedó solo, un hombre luchó con él hasta que amaneció» (Génesis 32:24).

Dios se acerca a cada uno de diferente forma. Un día se le apareció a Abraham como un viajero, porque Abraham era un peregrino (lee Génesis 18). A Josué se le presentó como un soldado, porque Josué era el general del ejército (lee Josué 5: 13-15). Hoy veremos que Dios se reveló a Jacob como un luchador, porque eso era Jacob. Luchó con su hermano, con su padre, con su suegro y aun con sus esposas. Muchas veces intentó alcanzar sus metas solo; aunque teóricamente sabía de Dios y sus promesas, todo lo olvidaba.

Si Jacob se hubiera concentrado en buscar siempre la dirección de Dios, se hubiera ahorrado muchos problemas. Afortunadamente, una noche se rindió. No fue fácil, ya que el patriarca puso resistencia, pero el Ángel luchador tocó su muslo para que de una vez por todas Jacob supiera con quién había luchado. Desde ese día en adelante, cada paso de Jacob le recordaba su lucha nocturna con el Ángel luchador y desistía de su impulso de tratar de solucionar por sí mismo sus problemas. Ahora sí buscaba la orientación divina.

A partir de entonces, Jacob recibió un nuevo nombre: Israel. El emisario celestial le preguntó: «¿Cómo te llamas?». Veinte años antes escuchó la misma pregunta en voz de su padre Isaac, aquel lejano día respondió: «Soy Esaú tu primogénito», y por su mentira tuvo que enfrentar una avalancha de dificultades. ¿Qué respondería Jacob ahora? ¿Trataría de cambiar una vez más su identidad? ¡No! Ahora respondió la verdad.

Dios nunca nos pregunta para obtener información, pues él lo sabe todo. Él sabía cuál era su verdadero nombre. Jacob significa «engañador». Pero el Ángel luchador le dijo: «Ya no te llamarás Jacob. Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido» (Génesis 32: 28). Jacob entonces se rindió, recibió un nuevo nombre y aceptó la nueva oportunidad que Jesús le daba de comenzar de nuevo su vida a su lado. Jesús perdona tus errores y, como a Jacob, te ofrece hoy la oportunidad de vivir a su lado.


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo