Mi Recurso Adventista

Conozco el sentido del tacto

Versículo: «El Señor puso su mano sobre mí». Ezequiel 37:1

El sentido del tacto te permite sentir y tocar los objetos, y percibir:

  • Texturas como suave o áspero, liso o arrugado, blando o duro.
  • Temperaturas como caliente y frío.
  • Dolor y malestares que te afectan.

La piel es el órgano que percibe este sentido y es el más grande, pues cubre todo tu cuerpo. Si quitaras la piel para medirla y pesarla, encontrarías que un adulto tiene aproximadamente 2 metros cuadrados o 5 kilogramos de piel. Cuando un objeto toca la piel, las terminaciones nerviosas, que se encuentran dentro de la piel, envían la información al cerebro para que la interprete, y es así como puedes reconocer lo que tocas.

Dios hizo el sentido del tacto extraordinario, pues sabe que lo necesitas para percibir el suave algodón, la áspera piedra, la cáscara lisa de la manzana o los cubos fríos de hielo. ¡Tenemos un Creador maravilloso!

Actividad: Juega con mami a tocar objetos y clasificarlos según su textura.

Oración: Querido Jesús, gracias por el sentido del tacto.


Devoción Matutina: Conozco y cuido mi cuerpo
Victoria Balboa Cano