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¿Cómo tratas a tu hermano?

11 de octubre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Quedarás cubierto de vergüenza y destruido para siempre, por haber maltratado y matado a tu hermano Jacob» (Abdías 1:10).

La enemistad entre Edom e Israel se remonta a siglos antes de que el profeta Abdías escribiera su libro. Mientras Israel peregrinaba por el desierto, solicitó permiso a Edom para atravesar su territorio con la aclaración de no comer ninguno de sus productos ni beber agua de sus pozos, pero Edom no se lo permitió; más bien, los amenazaron si se atrevían a cruzar su territorio (lee Números 20:17, 18). Así que Israel tuvo que rodear su territorio. No obstante, Dios le indicó a Israel: «No deben despreciar a los edomitas, porque son parientes de ustedes» (Deuteronomio 23: 7).

Posteriormente, los edomitas se opusieron al reinado de Saúl, pelearon en contra de Josafat y por último se rebelaron contra Joram y nombraron su propio rey (lee 2 Crónicas 21:16-17).
Dios juzgó a Edom porque su orgullo lo llevó no solo a menospreciar Israel, sino también a contribuir con los enemigos de Israel, para perseguir a los israelitas que huían, matar a muchos y saquear sus ciudades (Abdías 1:12-14). Más adelante, el profeta Ezequiel confirma la caída de Edom y la causa: «Tú has sido eterno enemigo de los israelitas, y les hiciste la guerra cuando ellos recibían el castigo final por sus pecados» (Ezequiel 35: 5).

Israel y Edom eran naciones hermanas, debido a que descendían de los gemelos Jacob y Esaú, los hijos de Isaac. En un momento de su vida ellos se enemistaron, pero luego se reconciliaron. Desafortunadamente no ocurrió lo mismo con los descendientes de Esaú que guardaran rencor contra los israelitas. Dios los castigó por haberse alegrado de ver a sus hermanos en desgracia, en la ruina y por burlarse de su angustia (lee Abdías 1:12). La desgracia de Edom sobrevino a causa de un corazón lleno de sentimientos negativos como la ira, el rencor y la amargura. Aparta de tu mente estos sentimientos negativos y pídele a Dios que te ayude siempre a amar a los demás.


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo