Mi Recurso Adventista

Amplifica el mensaje

07 de enero | Devoción Matutina: El fascinante laboratorio De Dios

«Pues a ti, hombre, yo te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Tú deberás recibir mis mensajes y comunicarles mis advertencias» (Ezequiel 33:7).

EN LA ÉPOCA BÍBLICA, LOS ATALAYAS ERAN centinelas que vigilaban las afueras de una ciudad para advertir sobre los posibles peligros que podrían sobrevenir a sus habitantes. El atalaya tenía que ser alguien atento y preparado para emitir la señal de alerta en el momento oportuno, y anunciar así a la dudad el peligro inminente. De lo contrario, la dudad podría ser totalmente destruida.

Dios se refirió al profeta Ezequiel como un centinela o atalaya (depende de la versión de la Biblia que leas). También nos ha encomendado a nosotros la misión de anunciar la salvación a todos los pueblos. Debemos asumir esta responsabilidad, y permanecer atentos a los eventos que ocurren a nuestro alrededor, para dar la señal de advertencia al mayor número posible de personas de que CRISTO VIENE PRONTO.

Cuando descubrimos el poder de la Palabra de Dios, los efectos de guardar su ley y los resultados de una vida con Jesús, recibimos la importante responsabilidad de compartir con otros la esperanza que nos mueve. ¿Estás cumpliendo tu misión? Pide a Dios que te dé la fuerza necesaria para amplificar el mensaje de su misericordia y llevar el amor del Padre a todos. Para amplificar el sonido de un teléfono móvil, corta un cuadrado de cartón y enróllalo en forma de cono. Ajusta los bordes, dejando una pequeña abertura en el lado estrecho del cono.

Ahora, pon una música a sonar y acerca el cono al altavoz del móvil, desde el lado de la pequeña abertura. La música debe sonar más fuerte al otro lado del cono. Esto se debe a que el sonido resuena a través de las paredes del amplificador de papel, haciendo que el aire del interior vibre de forma más concentrada.

JESÚS VUELVE PRONTO


Devoción Matutina: El fascinante laboratorio de Dios
Mayara Lustosa y Rodrigo Barbosa