Mi Recurso Adventista

Amor de padre

03 de octubre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Cuando el pueblo de Israel era niño, yo lo amaba; a él, que era mi hijo, lo llamé de Egipto» (Oseas 11:1).

El profeta Oseas también compara la relación que Dios quiere tener contigo con la relación de un padre amoroso con su hijo. Para ello, utiliza como ejemplo la relación de Dios con el pueblo de Israel. Dios sacó a Israel de Egipto milagrosamente, no porque fuera mejor, más fuerte o poderoso que otras naciones, sino por su amor e iniciativa. Israel fue elegido para ser salvo. Dios sacó a los israelitas de la esclavitud, de un entorno idolátrico a una tierra fértil, para que se gozaran en adorarlo. Aunque fueron rebeldes, Dios los siguió amando y los adoptó como una extensión de la familia celestial aquí en la tierra.

En el trayecto por el desierto, Dios guió a Israel como un padre guía a su hijo que está aprendiendo a caminar. Aunque el niño se aleja y no quiere que lo sujete, su padre no lo castiga, sino que pacientemente lo toma de sus pequeños brazos las veces necesarias hasta que pueda caminar por sí mismo. Así hizo Dios con los israelitas, les dio de comer, los llevó unidos a su pecho y siempre los atraía con su amor.

A pesar de nuestra desobediencia, Dios nos trata con bondad. El amor divino es un regalo que no nos merecemos. El amor de Dios es más grande que cualquier error que pudieras haber cometido o que vayas a cometer. Si acudes a él, te recibirá como un padre amoroso porque su amor es eterno.

Los hechos asombrosos que Dios hizo durante la salida de Israel de Egipto son maravillosos. Israel solo debía avanzar y dejar que Dios los librara de los egipcios, como los libró de morir en el desierto o les ayudó a vencer a los ejércitos enemigos. La liberación de Israel es la gran demostración del amor y del poder de nuestro Padre Dios.

También es tu Padre celestial y, si tú quieres, siempre te cuidará como hizo con Israel. Alaba a Dios por su generosidad y misericordia.


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo