Mi Recurso Adventista

El hombre que desafió a un rey

29 de mayo | Devoción matutina: Un rayito de luz para cada día

«Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia». Marcos 16:15

Por todo el patio de la granja resonó el galope del caballo que acababa de entrar.* Al rudo golpe de la puerta, Juan abrió y se encontró cara a cara con un forastero agitado y nervioso.

-He venido a advertir a Juan Bunyan. Si sigue predicando sin autorización, ¡será arrestado! El rey ha dicho que ningún hombre puede adorar o predicar en un lugar que no sea la iglesia.

Al poco rato, las autoridades vinieron y se llevaron a Juan, acusado de predicar sin permiso. Cuando fue juzgado, lo condenaron a seis años en la prisión de Bedford, Inglaterra.

No te preocupes por mí -le decía a su esposa-. Aquí en la prisión yo soy el pastor de los sesenta presos. Además, estoy escribiendo un libro de poesías para venderlo, y que tú y los niños puedan vivir de esa ganancia. Seis años y seis libros después, Juan fue puesto en libertad. Cuando salió libre, ¿qué crees que dijo?

-Volveré a predicar. ¿Desobedecer a mi rey? Sí. ¿Desobedecer a mi Dios? ¡Jamás!

Una semana más tarde las autoridades del rey volvieron a llevarlo a la cárcel. En total, ¡Juan pasó doce años en la misma celda! ¿Crees que se desanimó por las acusaciones de desobediencia al rey? No. El sabía que obedecía a un Rey mucho, muchísimo mayor.

Desde la prisión, Juan siguió escribiendo. ¡En toda su vida escribió veintidós libros! Su libro más famoso se titula El peregrino. En un estilo y lenguaje sencillos se dedicó a narrar sobre los progresos de Cristiano, y sus aventuras para llegar a la patria celestial. Su libro tocó los corazones de muchísimas personas en sus días y de millones de cristianos alrededor del mundo hasta hoy. Luego de la Biblia, es el libro religioso más popular que se haya escrito. ¡Te animo a leerlo!

Cuando Juan Bunyan salió de la cárcel, multitudes fueron a escuchar Predicar al hombre que no temía desobedecer a ninguna autoridad humana, si sabía que estaba obedeciendo a su Dios. Y tú, ¿te treves a obedecer a tu Rey?

Cinthya

Adaptación del relato «El hombre que desafió a un rey», de Ricardo Barnes. El Amigo de los niños, año 27, primer trimestre de 1974, n.° 4


Devoción Matutina: Un rayito de luz para cada día
Cinthya Samojluk de Graf