Mi Recurso Adventista

Entre Dios y el hombre

14 de enero | Devoción Matutina: Conflicto y Valor

Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Hebreos 7:25 {CV 20.1}

El Señor no concedió al Adán caído y desobediente la misma confianza que depositó en el Adán leal y puro… Las recompensas del cielo no se otorgan a los transgresores… {CV 20.2}

Los ojos de Adán y Eva fueron realmente abiertos, pero ¿para qué? Para ver su propia vergüenza y ruina, para comprender que el ropaje de luz celestial que los había protegido ya no los rodeaba como una salvaguardia. Sus ojos se abrieron para ver que su desnudez era el fruto de la transgresión. Cuando oyeron a Dios en el jardín se ocultaron de él, porque anticipaban aquello que antes de su caída no habían conocido: la condenación de Dios… {CV 20.3}

Dios ha declarado que el único medio de seguridad para el hombre es la completa obediencia a todas sus palabras. No debemos intentar el experimento de probar el mal camino, con todos sus resultados. Esto traerá debilidad mediante la desobediencia. El plan de Dios era dar al hombre claridad de visión en toda su obra… {CV 20.4}

Debía haber cooperación entre el hombre y Dios. Pero este plan fue echado a perder en gran medida por la transgresión de Adán. Satanás lo indujo a pecar, y el Señor no se iba a comunicar con él después que hubo pecado como lo hacía cuando estaba sin pecado. {CV 20.5}

Después de la caída Cristo se convirtió en el instructor de Adán. Actuó en lugar de Dios para con la humanidad, salvando a la raza de la muerte inmediata. Tomó sobre sí el oficio de mediador. A Adán y Eva se les concedió un tiempo de prueba para volver a su lealtad, y en este plan se abarcó a toda su posteridad.—Carta 91, 1900, pp. 3-6. {CV 20.6}

Sin la expiación del Hijo de Dios no podría haber habido comunicación de bendición o salvación de Dios al hombre. Dios estaba celoso por el honor de su ley. La transgresión de la misma había causado una terrible separación entre Dios y el hombre. A Adán, en su inocencia, se le otorgaba comunión directa, libre y feliz con su Hacedor. Después de su transgresión, Dios se comunicaría con el hombre sólo mediante Cristo y los ángeles. The Signs of the Times, 30 de enero de 1879. {CV 20.7}


Devoción Matutina: Conflicto y Valor
Ellen G. White