Mi Recurso Adventista

Un toque de fe

Versículo: «Entonces Jesús preguntó ¿quién me ha tocado?» Lucas 8: 45

UNA MUJER ENFERMA, por 12 años, había gastado su dinero en doctores para que la sanaran. Un día escuchó de Jesús y fue a buscarlo. El lugar estaba lleno de gente que caminaba muy cerca de él, por lo que era difícil moverse. La mujer, tenía fe, sabía que si tocaba a Jesús, sanaría.

Entonces, se acercó por detrás y alcanzó a tocar el borde de su vestido. En el instante su cuerpo fue sanado. Jesús se detuvo y preguntó quién lo había tocado, pues sintió que de su cuerpo salía poder.

La mujer se postró a sus pies y contó su historia. Jesús la felicitó por su gran fe.

Tú también puedes ser un niño de fe, es decir, un niño que confía siempre en el poder de Dios.

Oración: Querido Padre, gracias por tu poder, deseo sentir tu toque en mi vida.

Actividad: Utiliza tu sentido del tacto. Juega con mami a tocar diversos objetos con los ojos vendados y menciona sus nombres.


Devoción Matutina: Conozco y cuido mi cuerpo
Victoria Balboa Cano