Mi Recurso Adventista

¿Dónde levantáis vuestra tienda?

28 de octubre | Devoción Matutina: A Fin de Conocerle

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:1, 2.

Muchos que deberían levantar sus tiendas más cerca de la tierra de Canaán, las están erigiendo más cerca de Egipto. No están viviendo a la luz del Sol de Justicia. Muchos concurren a lugares de diversiones para complacer el gusto, pero no obtienen fortaleza espiritual al hacerlo, y finalmente se encontrarán en el lado de los perdedores. Estimular el amor a la diversión, es desanimar el amor a los ejercicios religiosos, porque el corazón se atiborra tanto con lo vulgar, con lo que le agrada al corazón natural, que no queda en él lugar para Jesús… {AFC 305.4}

Para conocer los pensamientos de Dios se requiere la fe que obra por amor y purifica el alma. Hay quienes creen en Cristo; no lo consideran un impostor y creen que la Biblia es una revelación de su carácter divino. Admiran sus santas doctrinas, y reverencian el nombre, el único nombre dado bajo el cielo en que podemos ser salvos y, sin embargo, con todo este conocimiento, pueden ignorar tanto la gracia de Dios como el más vil pecador. No han abierto el corazón para que Jesús entre.—The Review and Herald, 7 de octubre de 1890. {AFC 305.5}

¿Qué puedo decir para beneficio de los jóvenes? ¿Abriréis vuestros corazones a Jesús, para que su amor y misericordia llenen las cámaras del alma, para que cantéis y vuestros corazones vibren de melodías para Dios? Si dierais todos vuestros afectos a Jesús, aprenderíais el lenguaje y los cantos de Canaán. {AFC 306.1}

En los mundanos se espera ver liviandad, vulgaridad, vanidad, inmoralidad, chanzas y bromas, pero estas cosas ni siquiera deberían nombrarse entre vosotros que habéis resucitado con Cristo… El tiempo en el que vivimos está lleno de realidades eternas. Ahora debemos elevar nuestros pensamientos y aprender en la escuela del Maestro.—Ibid. {AFC 306.2}


Devoción Matutina: A Fin de Conocerle 
Ellen G. White