Mi Recurso Adventista

Vivir por la fe

22 de octubre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«El evangelio nos muestra de qué manera Dios nos hace justos: es por fe, de principio a fin. Así lo dicen las Escrituras: «El justo por la fe vivirá»» (Romanos 1:17).

El profeta Habacuc escribió en tablas de barro lo que encontramos registrado en Habacuc 2:2-4. Aproximadamente siete siglos después, el apóstol Pablo retomó la parte final de lo que Habacuc había escrito para que formara parte del versículo de hoy. Inspirado por Dios, Pablo le dio una nueva aplicación, válida hasta nuestros días, respecto a cómo Dios nos salva.

Durante muchos años, Pablo, en ese momento Saulo, se había empeñado en ganar la salvación con sus buenas obras y su esfuerzo personal. Pensaba que Dios era un juez severo que estaba observando con una lupa todos los actos de los seres humanos y llevando un registro exacto de las obras buenas y de las obras malas. Llegó a considerar a Dios como si tuviera una balanza designada para cada persona en donde en un platillo colocaba las buenas obras y en el otro las malas acciones. Como a lo largo de un día las malas acciones superaban a las buenas, vivía frustrado. Para descargar su frustración, estaba listo para señalar los errores de los demás e incluso condenar a las personas.

Como maestro, había influido en muchos a pensar como él respecto a la salvación. Pero un día Dios lo llamó sorprendentemente. Entonces estudió la Palabra de Dios bajo la iluminación del Espíritu Santo. Así fue como entendió la forma en la que nos salva Dios.

Pablo comprendió que Dios no es un juez severo, listo a castigar, sino un Padre amante. Dios no tiene ninguna balanza para evaluarnos, sino un corazón compasivo que, sin importar quiénes somos ni qué hayamos hecho, nos invita a aceptarlo y nos perdona cualquier error que hayamos cometido o que vayamos a cometer; porque él es amor. Un amor que ha demostrado en la cruz cuando su Hijo murió en nuestro lugar y así fue castigado en lugar de nosotros. Tu salvación no depende de lo que hagas o dejes de hacer, sino de lo que Jesús hizo por ti. ¡Solo tienes que aceptar a Jesús como tu Salvador!


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo