Mi Recurso Adventista

«Él hará derechas tus veredas»

16 de octubre | Devoción Matutina: Yo estoy contigo promesas bíblicas para vivir confiados

«Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus veredas» (Proverbios 3: 5, 6).

Betty Ford, la esposa de Gerald Ford, tuvo que vivir varios momentos desafiantes en muy poco tiempo. En 1974 se convirtió en la Primera Dama de los Estados Unidos, algo que nunca hubiera imaginado, porque su esposo no había sido candidato a la presidencia. Ese mismo año fue diagnosticada con cáncer de mama, una enfermedad que en aquellos tiempos era una especie de sentencia de muerte. Varios años después tuvo que librar una terrible batalla por su adicción al alcohol y a los medicamentos. ¿Cómo salió victoriosa en cada uno de esos momentos tan desafiantes?

Ella dice que en todos esos momentos en que las cosas parecían no estar bajo su control, recordó un pasaje bíblico que su esposo le leyó poco antes de asumir la presidencia de los Estados Unidos: «Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus veredas» (Proverbios 3: 5, 6).
La confianza en Dios no es asumir una actitud de resignación, sino que es una virtud activa que nos impulsa a echarnos a los pies de nuestro Padre celestial y a no depender de la sabiduría que creemos tener. Es aceptar nuestras limitaciones y creer que Dios sigue al control de todo lo que nos está ocurriendo. Por supuesto, esa confianza se manifiesta en una vida que obedece y respeta lo que Dios nos ha pedido. ¿Cómo puedo decir que confío en el Señor cuando me niego a hacer lo que él me pide?

Precisamente cuando estamos dispuestos a poner en práctica la voluntad de Dios, él está listo para cumplir en nuestra vida la promesa: «Hará derechas tus veredas». La Nueva Versión Internacional dice «allanará tus sendas». En este momento el camino quizá sea escabroso, difícil, serpenteante. Un cambio inesperado, una enfermedad sorpresiva, una batalla que no esperabas; pero nuestro buen Dios ha prometido allanar el camino, eliminar las dificultades y darte la victoria. Que el Señor se encargue de allanar tu senda indica que él está al control, que lo que ahora parece un camino intransitable, con su ayuda se convertirá en el viaje más edificante de tu vida.

Aunque tu camino luce intransitable, confía; Dios va delante de ti aparejando tu viaje hacia el reino de los cielos.


Devoción Matutina: Yo estoy contigo promesas bíblicas para vivir confiados
J. Vladimir Polanco