Mi Recurso Adventista

Salvación por gracia

14 de octubre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Entre tanto, el Señor había dispuesto un enorme pez para que se tragara a Jonás. Y Jonás pasó tres días y tres noches dentro del pez» (Jonás 1:17).

Desconocemos el nombre del gran pez, pero podríamos llamarlo el pez de la misericordia divina, pues sirvió para preservar la vida del profeta Jonás. El obstinado mensajero permaneció tres días y tres noches dentro del pez, antes de orar a Dios y pedirle que lo rescatara. ¿Imaginas la oscuridad, el olor y la situación desagradable de estar dentro del estómago de aquel gran pez tres días y tres noches? Definitivamente, oró como nunca para salir de ahí.

En la oración del profeta Jonás podemos destacar su sinceridad, reconoció que había obstáculos e ídolos en su propia vida que le impedían ser plenamente fiel a Dios. Cuando «los ídolos» nos impiden seguir a Dios, la consecuencia es alejarnos de él.

El siguiente aspecto que motivó al profeta fue el templo. Dos veces lo menciona en su oración en los versículos 4 y 7. Cuando el rey Salomón dedicó el templo, anticipó que, si el pueblo se apartaba de Dios e incluso era llevado cautivo, entonces desde cualquier lugar podrían orar arrepentidos en dirección al templo y Dios los escucharía (lee 1 Reyes 8: 44, 45). Para concluir su oración, Jonás mencionó lo mismo que los marineros entendieron sin tantas dificultades como él: «Con voz de gratitud, te ofreceré sacrificios; cumpliré las promesas que te hice» (Jonás 2: 9).

Después de su oración, el pez lo vomitó en tierra firme. Si bien merecía morir por su rebeldía, Dios lo salvó porque Jesús vendría a ocupar su lugar. Jesús descendió a lo más profundo y oscuro que el ser humano pueda descender, pues llevó sobre sí el pecado de todos. Durante tres días y tres noches permaneció en el sepulcro, pero de manera espectacular resucitó para garantizar nuestra salvación. Jesús afirmó antes de que ocurriera: «Así como Jonás estuvo tres días y tres noches dentro del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la tierra» (Mateo 12: 40). ¡Jesús murió por Jonás y por todos los seres humanos!


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo