Mi Recurso Adventista

Sabiduría en acción

23 de septiembre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Entonces Daniel habló de manera discreta y sensata con Arioc, el jefe de la guardia real, que ya se disponía a matar a los sabios» (Daniel 2:14).

Nabucodonosor se enojó mucho cuando los sabios de su reino fueron incapaces de recordarle su sueño y su significado. Lleno de ira exclamó: «Si no me dicen ustedes qué es lo que soñé y lo que significa, serán hechos pedazos y sus casas serán convertidas en un montón de escombros» (Daniel 2: 5).

Cuando el rey convocó a los sabios, no tuvo en cuenta a Daniel y sus amigos, pero cuando se trató de aplicar la sentencia de muerte les incluyó a todos. Indudablemente, el rey reconoció la importancia del sueño, por eso convocó a los sabios más experimentados y a los maestros que enseñaban en la universidad.

Por regla general, hoy Dios no se comunica mediante sueños, lo hace a través de su Palabra, el Espíritu Santo y consejos oportunos de otras personas. Pero en aquel tiempo, la forma ideal de llamar la atención de un rey idólatra, que no conocía al Dios verdadero, era mediante el sueño de una imagen que seguramente era semejante a las que había adorado.

Había llegado el momento oportuno para que los jóvenes mostraran su sabiduría. Ante la orden del rey, Daniel le preguntó qué pasaba a Arioc, el jefe de la guardia real. Este le explicó el motivo de la orden del rey, y Daniel fue a «ver al rey y le suplicó que le concediera algún tiempo para poder explicarle el sueño y su significado» (Daniel 2:16).

El rey le concedió ese tiempo y Daniel lo utilizó para orar con sus amigos. Esa misma noche, Dios le reveló el sueño y su significado a Daniel. Una vez más, los cuatro amigos hebreos oraron para darle las gracias a Dios. Por este acto valiente de Daniel, no solo los cuatro salvaron su vida, sino que la bendición se extendió a todos los sabios que habían sido sentenciados a morir.

Daniel y sus amigos fueron una bendición para los que les rodeaban. Tú también puedes ser una bendición para todos tus amigos y tu familia; pues, cuando te entregas al Señor, sus bendiciones alcanzan a todos los que te rodean.


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo