Mi Recurso Adventista

Oído desbloqueado

15 de septiembre | Devoción Matutina: Quiero conocerte

«Él contestó: ‘¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen!’» (Lucas 11:28)

Mamá, abre la puerta. Llegó Gabriela.

-¿Estás seguro? No escuché el timbre -dijo la madre.

-Estoy seguro, mamá. La voz de Gabi es inconfundible para mí. Ella está aquí, frente a la casa.

¿Eres como Bría? ¿Te resulta fácil identificarla voz de las personas con las que vives? Con los ojos vendados, ¿podrías identificar la voz de tus compañeros uno por uno? ¿Y la voz de tus familiares?

Físicamente, el proceso de producción de la voz es el mismo para todas las personas; pero, al pasar por las cavidades de resonancia, que son diferentes en cada individuo, el sonido cambia y se vuelve único.

Mediante la convivencia, la voz de una persona puede incluso volverse similar a la de otra, pero nunca será completamente igual. Al igual que la huella dactilar, el timbre de la voz es único para cada persona.

Esta información complicaba aún más la situación de los discípulos que VIAJABAN A LA ALDEA DE EMAÚS. Para saber más, lee Lucas 24:13 al 35. ¿Conoces esta historia bíblica? Tres días después de la muerte de Jesús, un domingo, dos discípulos caminaban cuando se encontraron con Jesús. A pesar de ver a Cristo y escuchar su voz, no podían darse cuenta de que era él.
Pero ¿cómo pudo suceder esto, si habían vivido con Cristo durante tanto tiempo? Su tristeza era tan grande, que les obstruía los ojos y los oídos. Solo después de un rato se dieron cuenta de quién les estaba hablando.

Jesús nos habla por medio de la naturaleza, de la Biblia, de las circunstancias, e incluso de las personas. Detente y piensa. ¿Has estado escuchando la voz de Dios o sientes que tus oídos están cerrados? Vuelve a leer el versículo de hoy. Solo aquellos que escuchan la voz de Dios son felices. Entonces, si ese es tu caso, pide a Jesús que te abra los oídos. ¡Definitivamente, con tu oído abierto a la voz de Dios serás más feliz!


Devoción Matutina: Quiero conocerte
Anne Lizie Hirle, Ariane M. Oliveira y Sueli F. De Oliveira