Mi Recurso Adventista

Josías

07 de septiembre | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Los hechos de Josías fueron rectos a los ojos del Señor, pues siguió en todo la conducta de David, su antepasado, sin desviarse de ella para nada» (2 Reyes 22: 2).

Josías comenzó a reinar siendo un niño de ocho años, y reinó durante treinta y un años. De los veinte reyes que tuvo Judá, él es uno de los ocho que la Biblia destaca que hizo lo recto delante de Dios. El hecho de que 2 Reyes 22:1 mencione el nombre de su madre, demuestra que ella lo educó para que amara a Dios. Y se demuestra en que Josías fue el último rey obediente y que fomentó la adoración a Dios antes de la invasión babilónica.

Cuando el joven monarca cumplió veintiséis años, ordenó la remodelación del templo, que ya era muy necesaria. Entre los escombros apareció la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia) muy empolvada, pues la nación descuidó durante años el estudio de la Palabra de Dios. Imagínate, ¡perdieron la Biblia en el templo!

¿Sabes que tú también puedes perderla en tu propia casa si no la lees y se llena de polvo en una estantería?

Una importante lección que aprendemos del joven rey Josías es la siguiente: «Al escuchar […] lo que decía el libro de la Ley, se rasgó la ropa» (2 Reyes 22:11). Su respuesta fue inmediata, demostró sensibilidad a la voz de la Palabra de Dios, no permaneció indiferente a su mensaje, se conmovió en su interior y se arrepintió. ¿Cuándo fue la última vez que se sacudió tu corazón después de leer o escuchar un mensaje bíblico?

Josías también adoptó medidas claras para actuar conforme a lo que había escuchado. Se propuso eliminar de toda la nación cualquier rastro de idolatría.

La Biblia dice de Josías: «No hubo ningún rey, ni antes ni después de él, que como él se volviera al Señor con todo su corazón y con toda su alma y con todas sus fuerzas, conforme a la ley de Moisés» (2 Reyes 23: 25). ¿Te gustaría que dijeran eso de ti hoy?


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo