Mi Recurso Adventista

Mefi-boset

26 de julio | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Un día David preguntó: “¿Ha quedado algún superviviente de la familia de Saúl, a quien yo pueda favorecer en memoria de Jonatán?”»
(2 Samuel 9: 1)

David es conocido en el Nuevo Testamento como el varón conforme al corazón de Dios (lee Hechos 13: 22). ¿La razón? Porque tuvo un corazón misericordioso. Aunque David podía haber destruido a toda la familia de Saúl, no solo no lo hizo, sino que, como un fiel amigo, se acordó del pacto hecho con Jonatán. Entonces averiguó si quedaba alguien de su familia y encontró a Mefi-boset, el hijo de Jonatán y nieto de Saúl.

Cuando llegó la noticia de que Saúl y Jonatán habían muerto, la nodriza de Mefi-boset lo cargó y huyó de prisa, pero el niño se le cayó y quedó inválido de por vida (lee 2 Samuel 4: 4). Ahora Mefi-boset vivía en Lodebar, que significa «tierra árida». Estaba condenado a la pobreza y a depender de la caridad.

Un día David se acordó del pacto que había hecho con Jonatán. Entonces averiguó si quedaba alguien de su familia. Así encontró a Mefi-boset y lo mandó llamar. Mefi-boset se imaginó lo peor, pensó que lo iba a matar; pero, para su sorpresa, David le dio buenas noticias: «No tengas miedo, porque yo te voy a tratar muy bien, en memoria de Jonatán, tu padre. Haré que se te devuelvan todas las tierras de tu abuelo Saúl, y comerás siempre a mi mesa» (2 Samuel 9: 7).

Mefi-boset nos representa a cada uno de nosotros. Sin Dios estamos solos en este mundo, que es una tierra árida que no tiene nada bueno ni permanente que ofrecernos. Sin embargo, así como David le mostró misericordia a Mefi-boset, así Dios manifiesta su gracia y misericordia para cada persona al enviar a su Hijo Jesucristo para devolvernos nuestro valor y dignidad, para regresarnos la vida eterna y la felicidad; para devolvernos todo lo que se perdió a causa del pecado. Mediante Jesús tenemos la seguridad de regresar al hogar celestial y comer siempre a la mesa del Rey de reyes. Todas las bendiciones del cielo pueden llegar hasta nosotros por el único medio que une el cielo con este mundo: Jesús. ¡Acéptalo hoy!


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo