Mi Recurso Adventista

El valle de Acor

08 de junio | Devoción matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia

«Acán le contestó: «En verdad, confieso que he pecado contra el Señor y Dios de Israel»» (Josué 7:20).

Aunque Dios pudo decirle a Josué quién era el culpable, ordenó una investigación empezando por la tribu, luego la familia y hasta la persona responsable de la derrota en Hai. Acán no reconoció su error hasta que fue señalado, personalmente. ¿Crees que ese arrepentimiento fue verdadero? De ninguna manera. Fueron las circunstancias, el verse descubierto, que lo obligaron a confesar su error.

El pecado acarrea consecuencias; en este caso, la derrota de Hai provocó la muerte de treinta y seis soldados israelitas. Cuando Acán fue descubierto ante el pueblo como el responsable, ¿cuál habrá sido la expresión en los rostros de los familiares de los treinta y seis soldados que habían muerto? Además, la misma familia de Acán sufrió las consecuencias, pues fueron influenciados por su conducta y cooperaron en ocultar lo que había robado. En consecuencia, toda la familia murió en el valle de Acor y en el lugar quedó como evidencia un montón de piedras.

En Gilgal y en el Jordán quedaron como recuerdo monumentos de piedras para celebrar la gracia y la misericordia de Dios; paradójicamente, en el valle de Acor quedó también un montón de piedras para recordar la justicia de Dios. De ahí en adelante, el valle de Acor llegó a significar «tragedia, lamento y derrota». Más adelante, tanto el profeta Isaías como el profeta Oseas usan la expresión «valle de Acor» con un nuevo significado; lo refieren como un lugar de reposo y pastizales, y como una puerta de esperanza (lee Isaías 65: 10; Oseas 2: 15). Como ocurrió con Josué e Israel cuando le dieron a Dios de nuevo el control de la estrategia, puede pasar con nosotros. Cuando nos arrepentimos de verdad, cuando buscamos a Dios de todo corazón, ninguna derrota permanecerá por siempre. El Señor puede cambiar nuestros fracasos por victorias para su glorioso nombre y darnos la oportunidad de vencer aquello que antes nos había vencido.


Devoción Matutina: Siguiendo las huellas de los grandes personajes de la biblia
César Sánchez Murillo