Mi Recurso Adventista

Rompecabezas

31 de agosto | Devoción matutina: Un rayito de luz para cada día

«Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese». Filipenses 1:6

Seguro que desde pequeño tus papás te han regalado rompecabezas. Primero empiezas con dos o tres piezas, hasta llegar a cien, doscientas… ¡y muchas más! En Filipinas visité «La Mansión de los Rompecabezas», el museo de rompecabezas armados más grande del mundo, con mil quinientos rompecabezas. El más grande de todos, ¿sabes cuántas piezas tiene? ¡Nada menos que diez mil piezas!

En casa, llegamos a armar un rompecabezas de mil piezas. ¡Qué desafío, y qué diversión! Hay que buscar la pieza del color adecuado, la formita que encaja perfectamente en ese lugar que falta y, ante nuestros ojos, se va formando una hermosa imagen. A veces, las piezas se ponen muy rápido en el lugar correcto, especialmente donde hay diseños coloridos. Y otras veces, como cuando todo es del mismo color, ¡qué difícil resulta!

Nuestra vida se parece un poco a un rompecabezas. Hay partes fáciles, coloridas y hermosas que me hacen pensar en semanas de oración, programas de conquistadores y aventureros, cultos en familia, viajes, risas y todo lo que es hermoso de la vida. Pero también nuestra vida tiene esas partes que son como las piezas difíciles de encontrar en un rompecabezas, de colores oscuros y diseños que parecen no tener sentido; como enfermedades, problemas en la escuela, lágrimas…

En esta tierra, no tendremos la alegría de poder ver nuestra vida como un rompecabezas completo. ¡Dios todavía está trabajando en nosotros! Pero estoy segura de que en el cielo nos sorprenderemos de las veces que nuestro ángel nos cuidó, y de porqué permitió que pasasen algunas cosas en nuestra vida. Sé que entenderemos muchas cosas que nos preocupan. Encontraremos el porqué de las piezas de nuestra vida que hoy no podemos encajar, cuando veamos el cuadro completo.

Recuerda que Dios todavía está trabajando en nosotros, completando cada día, con amor y paciencia, pieza tras pieza, hasta hacernos una obra maestra, perfecta y excelente. Aunque haya cosas que no puedas entender, pronto lo harás. La maravillosa obra de tu vida está quedando lista, poco a poco, bajo la experta mano de tu Creador y Salvador. Deja que Dios siga trabajando con amor en tu vida.

Cinthya


Devoción Matutina: Un rayito de luz para cada día
Cinthya Samojluk de Graf